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CONSTRUYEN UNA CABAÑA AUTOSUSTENTABLE EN CLAROMECO:
PROVEERA SU PROPIO GAS, AGUA Y ELECTRICIDAD
Auto sustentable
"Vida más tranquila; menos plata, pero mejor
calidad de vida". Con esa ideología transita sus días
el tresarroyense Marcelo Rolón, quién planteó su
existencia fuera de los cánones tradicionales. Y lo expresa en
acciones concretas: en Claromecó está construyendo una cabaña
de madera que será auto sustentable. Es decir, utilizando energías
alternativas proveerá su propia electricidad, gas y agua, sin necesidad
de comprar la provisión de los servicios. "Para quienes tienen
una estructura definida, soy un bicho raro o como me dicen, un loco. Sin
embargo yo siempre fui así y simplemente hago lo que me gusta",
le dijo a "El Periodista" en una entrevista imperdible
Algunos hombres observan el mundo y se preguntan ´¿por
qué?´. Otros observan el mundo y se preguntan ´¿por
qué no?´. Es esa forma de mirar donde radica la diferencia.
Es ese interrogante el que impulsa al tresarroyense Marcelo Rolón
a seguir su propio camino, gestando proyectos que no encajan dentro de
parámetros que se precian convencionales.
Hasta hace unos años soñaba con vivir en Nueva Zelanda.
Lo atraía la idea de habitar en un país gestor del deporte,
cuya idiosincrasia promueve que no se viva para trabajar sino que el trabajo
sea un medio para subsistir y dedicarse a disfrutar. Es la filosofía
que más concuerda con su forma de vivir.
La debacle económica que acechó a la Argentina cambió
sus planes de partir, pero no torció sus convicciones a la hora
de decidir su rumbo. Asumió que debía quedarse en este rincón
del mundo y en este lugar crearía para él su mejor manera
de vivir. "Vida más tranquila, menos plata pero mejor calidad
de vida", expresó como una ideología particular e inalterable
que sostuvo desde que recuerda. "Siempre estuve tratando de ver un
poco más allá. Antes trabajaba horas y horas, ganaba mucho
pero no era lo que yo quería. Cuando me cansé de todo dije:
´voy a hacer lo que yo quiero´. Y eso hago".
Desafío sustentable
Reivindicando el principio de mejorar su calidad de vida, compró
un terreno en Claromecó para convivir en armonía con la
naturaleza y en contacto pleno con el mar. En la ciudad balnearia puso
en marcha su proyecto más ambicioso: construir una vivienda auto
sustentable. Hace un tiempo empezó a diseñar su casa de
troncos y maderas, y con sus propias manos levanta las paredes de su futuro
hogar.
"Con la idea de no acoplarme al sistema que no me gustaba y nunca
me gustó dije: tengo la posibilidad de decisión e implementación
de un sistema energético con reciclado y demás. El mundo
va para atrás y eso va a hacer falta, entonces me propuse solucionarlo".
Amante de los desafíos comenzó a estudiar las posibilidades
de generar energías alternativas basadas en medios naturales, para
concretar el objetivo de una vivienda auto sustentable que garantice una
mejor calidad de vida.
"Estoy haciendo pruebas de distintas cosas y después es simplemente
encontrar los elementos más adecuados en costos, beneficios y asesoramiento
para poder implementarlo. En el resto del mundo ya se está haciendo
porque se están preocupando un poquito".
Energía al alcance de
todos
La idea de sustentabilidad pasa por proveerse su propio gas, agua y energía
eléctrica, utilizando sistemas ecológicos que ya están
en vigencia en otras ciudades del país y el mundo. La clave está
en combinar lo más eficazmente posible las fuentes alternativas
de energía que están al alcance de todos. Para diseñar
este proyecto cuenta con todas las armas: la experiencia práctica
aunada con los conocimientos que acumuló en su tránsito
por la facultad de ingeniería en Bahía Blanca y la atracción
constante que le depara asumir nuevos retos.
Sistema natural
Aunque aun no lo aplicó a mayor escala, en su casa en Tres Arroyos
está probando el proceso de generar energía basado en biodigestores,
de fácil construcción. Para obtener gas en forma biológica,
utiliza como materia prima todo tipo de residuos, desperdicios y restos
orgánicos. La fermentación anaeróbica convierte la
materia orgánica existente en los desechos agrícolas, pecuarios
y humanos, en un gas combustible -biogas-, con alto contenido de metano,
que deja como subproducto un abono de elevado poder nutritivo que puede
reutilizarse en la tierra. "Lo que sale del biodigestor es una parte
de gas y una parte del mejor abono natural que existe y se echa en la
tierra. Está hecho de forma natural con las proporciones justas.
En Santa Fe, por ejemplo, hicieron una planta completa de desperdicios
urbanos y humanos, y la materia fecal la convierten en gas y abono",
mencionó Rolón.
Para proveerse de energía eléctrica, por el momento utiliza
un generador de corriente alterna, que en un futuro funcionará
a biogas. En el caso del agua decidió "acoplarse" al
sistema, aunque no por mucho tiempo. "No soy del extremo que como
vidrio. Por ahora me brindan el servicio de agua, pero pretendo instalar
un pozo a gusto mío. Me va a llevar más tiempo pero puedo
hacerlo".
La calefacción de la cabaña la concretaría con piso
radiante, que contenga una serpentina donde circule agua caliente a menor
temperatura, logrando calefaccionar el ambiente de abajo hacia arriba.
Para concretar su idea contempla todas las posibilidades. "Cuando
querés armar una casa que se autosustente, tenés que pensar
que algún tipo de energía tenés que poder suplir
con elementos de reserva. Lo otro para calentar el agua son los colectores
solares, que son una especie de serpentinas que se colocan en el techo
haciendo un efecto invernadero. Es muy fácil de hacerlo, está
todo disponible, es más caro pero a la larga resulta más
barato y brinda mayor calidad de vida para uno. A la vez que lo haces
para vos, podes aportarlo para el resto".
Un "loco" lindo
Durante la semana, mientras construye su casa, Marcelo alterna su trabajo
de profesor en una escuela secundaria en Tres Arroyos, con la vida al
aire libre en Claromecó. Desde que lo cautivó el olor del
mar, supo que ese era su lugar en el mundo, el sitio que eligió
para dar vida a un proyecto que para muchos parece una quimera y para
él un gran desafío. "Me gusta todo lo imposible, es
lo que más me atrae, lo más complicado", reconoció
el tresarroyense que está lejos de creer en lo improbable aunque
muchos lo tilden de "loco". "Para quienes tienen una estructura
definida, soy un bicho raro o como me dicen, un loco. Sin embargo yo siempre
fui así y simplemente hago lo que me gusta". Si alguna definición
le cabe es aquella que con un ejemplo práctico le dio un vecino
una vez, intentando explicar su estilo de vida. "Me dijo que en un
partido de fútbol todos corrían atrás de la pelota.
Vos no sos el que corre atrás de la pelota. Yo le dije: ´si
quiero corro y sino no lo hago´". Es esa forma de vivir donde
radica la diferencia.
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Economizador de combustible
Como parte de sus experimentos y aplicando
sus conocimientos de mecánica, Marcelo Rolón, está
poniendo a prueba un sistema que permite economizar combustible
en el vehículo. Con la ayuda de su padre, construyó
un camión con sus propias manos, con un motor de Citröen,
al que aplicó en forma experimental un dispositivo, ideado
por un francés y desarrollado por él, "con elementos
fáciles de implementar". El economizador de combustible
funciona enriqueciendo la combustión del motor con una base
que se desprende del agua, aumentando el rendimiento, al lograr
mayor potencia apretando menos el acelerador.
En sus viajes a Claromecó en un viejo Citröen, superó
la prueba con éxito, aunque aun dice que restan algunos detalles
para ponerlo a punto.
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