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Nicolás Ambrosius, presidente de CELTA

 

 


CELTA ENTRA A TALLAR
EN EL NEGOCIO DE LA TELEFONIA E INTERNET

Una voz en el teléfono

En los próximos meses CELTA entrará a tallar en un nuevo negocio: la telefonía. En llamadas locales, se podrá hablar todo el tiempo que se desee, las 24 horas, por un costo único de 15 pesos. También se ofrecerán comunicaciones interurbanas con notorias ventajas económicas. La iniciativa incluye la incorporación de Internet con banda ancha. Con la puesta en marcha de nuevos servicios, la conducción de la entidad busca "hacer frente a los compromisos contraídos con anticipación y generar cierta ganancia". Los detalles fueron revelados por Nicolás Ambrosius, titular cooperativista, en una entrevista a solas con "El Periodista"

A nadie escapa, y la nueva conducción se ha preocupado en hacerla pública, la crítica situación que atraviesa la Cooperativa Eléctrica de Tres Arroyos (CELTA) y que según su actual presidente, Nicolás Ambrosius, es producto de años de "anarquía y desorganización". El nuevo Consejo de Administración, que en febrero cumplirá tres meses de gestión, apuntó desde el vamos a un objetivo concreto: reestructurar la entidad para salvarla de la debacle económica. Pero, según argumentan hoy, el trabajo que sabían difícil lo está siendo aún más, pues si bien conocían que se enfrentarían a un complejo panorama, una vez en acción detectaron que la situación era mucho más grave que la expuesta por el Consejo anterior.
"El balance estaba dibujado. Esto era un descalabro, estaba todo mal hecho, era una anarquía total. Por donde miraras estaba desordenado, había cosas sin pagar, consumos impresionantes y autos usados por el Consejo a discreción", explicó Ambrosius en una entrevista a solas con "El Periodista".
Al asumir, el primer dispositivo que se puso en marcha, fue la formación de un comité de crisis que trazó un plan de trabajo inmediato cuyo primer objetivo era suprimir el déficit de 130 mil pesos por mes que arrastraba la Cooperativa.
Entre los acreedores de la CELTA, el principal es la Federación de Trabajadores de Luz y Fuerza, deuda contraída por aportes de obras sociales que en su momento no se hicieron, dado que "acá la plata que se recaudaba no alcanzaba y entonces se les pagaba a los que no esperaban". Bajo esta presión al primero que se le cumple es al mayorista Camesa, fuente proveedora de energía, dado que el abono fuera de término implica una sanción de cinco mil pesos diarios. La AFIP, el personal y las obras sociales son otros de los acreedores con los que se ha negociado para equilibrar las cuentas.
"Nosotros logramos achicar el déficit mensual, pero recién ahora estamos empezando a notar que nos alcanza cada vez más la plata", mencionó Ambrosius.

Objetivos claros

"Cuando asumimos la conducción, trazamos un plan, un norte, con objetivos para saber a dónde queríamos llegar, porque sino después es como la fábula de la persona que iba caminando por un sendero y se da cuenta que hay dos caminos y le pregunta a un gato cuál de ellos tomar, y el gato le dice ´¿y a donde querés ir?´. Y él le responde no sé, por lo que el gato le contesta 'entonces elegí cualquiera de los dos'".
Para no perderse entre dos senderos, la nueva conducción marcó un rumbo claro de recuperación que contempla objetivos a corto, mediano y largo plazo. "A corto plazo el objetivo era muy claro: suprimir el déficit de caja que tenía la CELTA. Todos los meses se gastaban 130 mil pesos más de lo que entraban, eso era mortal y es lo que hizo acumular un pasivo de cinco millones de pesos durante seis o siete años. La meta se marcó con una unidad de tiempo y de medida, para que sea tangible: era achicar a cero esos 130 mil pesos, en un tiempo de 60 días como máximo".
Algo que en principio se creía utópico, terminó concretándose en un plazo menor al que se había estipulado, ya que a los 40 días se redujo el déficit a seis mil pesos y tiempo después se superó y hasta pudo generarse saldo a favor.

"Reestructuración en todos los órdenes"

Con la primer meta cumplida, de ahí en más el desafío es poner en marcha los objetivos de mediano y largo plazo, que consisten, de acuerdo a Ambrosius, en "reestructurar la cooperativa en todos los órdenes, hacerla más eficiente, reestructurar el funcionamiento del personal sin necesidad de despidos. En eso estamos trabajando, es un tema complejo y requiere de un análisis más pormenorizado".
En este sentido, se está evaluando la posibilidad de discontinuar algunos servicios que generan pérdidas, como Obras Públicas, que debería rediseñarse para garantizar su funcionamiento.
"En principio, creemos que todos los servicios se van a mantener aunque con algunos cambios, hay un tema por ahí emblemático que es el área de salud mental. Todo está en revisión, cuando tomemos la decisión de discontinuar un servicio se hará en función de un análisis exhaustivo, fruto de la opinión de los especialistas y profesionales".
Por sobre todo, la política que persiguen es transformar a la Cooperativa en un ente de servicios competitivo. "Muchos cuestionan este planteo, argumentando que la cooperativa tiene que ser sin fines de lucro, pero más allá de eso debe ser competitiva, porque sino terminás perjudicando al asociado porque le brindas un servicio caro y malo". Entonces, la primer etapa de este objetivo es la capacitación al personal de todas las dependencias para asegurar la eficiencia. Para esto solicitaron financiación al FONTAR, que es un ente de fomento que otorga créditos a fondo perdido, es decir, sin devolución.

Resistencia al cambio

Como toda nueva política, las resistencias son parte del cambio y hay que vencerlas para seguir evolucionando.
Y en esto también está la innovación que promueve la conducción. "El comité de crisis está integrado por dos representantes del personal, uno del consejo, el asesor letrado y allí planteamos las ideas, se evalúan, se discuten y cuando sale la propuesta ya sale consensuada, entonces camina como un violín, y no ven la innovación como una amenaza, sino como una mejora. Así no tenemos conflicto, porque todos participamos de las decisiones y si nos equivocamos se vuelve a tratar en el comité y sale mejorado".
Como toda nueva gestión, desde el primer día de trabajo las resistencias estuvieron presentes tanto en el personal como en los usuarios. "Es natural, todos nos resistimos al cambio porque uno le tiene miedo a lo desconocido y solemos decir ´muy bien no estoy, pero por lo menos estoy y si me cambian no sé como voy a estar´", expresó Ambrosius.
Es que para el personal la modalidad de trabajo a la que estaban habituados cambió radicalmente producto de los nuevos aires. "Tratamos de corregir las cosas con humor, porque es la mejor forma, ya que así no se interpretan las correcciones como una crítica o una imposición. Cambiamos cosas que quizás parezcan ínfimas, pero que hacen a la transparencia. Por ejemplo, las puertas de los despachos y las cortinas deben permanecer siempre abiertas, porque no es ninguna deshonra que la gente nos vea trabajar".

Telefonía e Internet

El endeudamiento que se acrecentó en los últimos años, llevó a esta gestión a planificar la puesta en marcha de nuevos servicios que permitan, según el presidente, "hacer frente a los compromisos contraídos con anticipación y generar cierta ganancia".
Así surgió la iniciativa de incorporar, en primera instancia, un servicio de telefonía, para el cual están muy avanzadas las gestiones de asistencia crediticia con el Banco Nación, que ofrece mayor financiamiento a empresas que se encuentran en crisis. El sistema que se pretende implementar en los próximos meses es de última generación, haciendo uso del tendido de fibra óptica.
"Se llama red de multiservicios, la idea es implementar un sistema muy novedoso que se llama telefonía IP. Tiene su riesgo poner una cosa nueva, pero la telefonía es como la computación, va avanzando. Por eso ahora queremos hacer el sacrificio y poner todo de última generación y no sistemas que ya están superados", explicó el titular cooperativista.
El servicio reemplazaría la línea telefónica que tenga el usuario, y "se podrá hablar todo el tiempo que se desee, las 24 horas, por un costo único de 15 pesos en llamadas locales". La llamada interurbana tendrá una diferencia en la forma de computar el tiempo, ya que se parte el pulso en más minutos y eso lo torna más económico.
Como complemento se adicionará un servicio de venta de tarjetas telefónicas, similar a la tarjeta viajera, para que se pueda utilizar desde cualquier parte del país y desde cualquier teléfono con bajo costo.
La iniciativa no sólo se reduce a estas dos prestaciones, ya que también está contemplada la incorporación de Internet, con banda ancha.
Para este emprendimiento, según Ambrosius, la CELTA cuenta con ventajas comparativas: "tenemos montada una estructura administrativa que puede soportar otro negocio, tenemos una distribución de facturación, donde la persona que lleva a un domicilio una factura puede llevar dos, y más allá de que la cooperativa fue muy vapuleada en estos últimos años, el tresarroyense tiene como una sensación de pertenencia hacia la CELTA y mucho de esto lo han hecho los servicios sociales como enfermería y sepelios".

"Sigue estando en terapia"

Uno de los factores que hacen a la recuperación de la CELTA es, según su presidente, haber reestablecido la confianza del asociado. "Nosotros no somos ningunos iluminados, sino que simplemente aplicamos honestidad, transparencia, sentido común, organización y laburo".
El llevar adelante la cooperativa es un desafío diario que implica compromiso, sacrificio y dedicación plena. "Si vos te metes en un lugar así, lo haces por vocación, decidís durante un período de tu vida darle una mano a la sociedad, intentando administrar algo que es de todos. Yo tengo una forma de ser que atiendo a todo el mundo, me doy con todos, trato de tener una atención muy personalizada, porque en un pueblo tenés que hacerlo, ya que la gente te identifica y te dice, ´yo te puse ahí con mi voto y vos tenés que laburar para mi, si no me querés atender… entonces para qué te metiste´".
A casi tres meses de gestión de la nueva conducción, los cambios se están vislumbrando aunque todavía falta mucho para sanear las falencias de una cooperativa en crisis, y Ambrosius lo reconoció manifestando que "cuando asumimos, CELTA era como un enfermo que estaba en terapia intensiva, en coma cuatro. Hoy salió, está en intermedia, pero sigue estando en terapia...".


 
 
El Periodista de Tres Arroyos.
Tres Arroyos, Pcia. de Buenos Aires, República Argentina