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EL GUARDAPOLVO BLANCO QUE USAN LAS MAESTRAS
EN TODO EL PAIS NACIO EN TRES ARROYOS
Dar en el blanco
En 1912, maestras tresarroyenses fueron las primeras
en usar el guardapolvo blanco que hoy identifica a los docentes argentinos.
Aunque resulte curioso, la vestimenta que distingue a los educadores de
nuestro país nació en Tres Arroyos hace 92 años,
se extendió luego por la provincia y décadas más
tarde se hizo obligatorio su uso al ser adoptado como uniforme oficial
del Estado. "El Periodista", a través de un hallazgo
efectuado por el doctor Guillermo Torremare, revela detalles de este acontecimiento
ignorado en nuestra Patria Chica y que debe anexarse a las páginas
de la rica historia local
Por Guillermo F. Torremare (*)
Desde su aparición, "El Periodista"
ha realizado buenos y variados aportes al conocimiento y divulgación
de distintos hechos que conforman la historia lugareña. Olvidados
algunos, desconocidos otros, esos hechos son parte de nuestro patrimonio
cultural, y por ello su rescate es una tarea valiosa y necesaria.
Por eso es que me siento motivado a transmitirles un hallazgo casual,
cuya profundización -espero-, sea un desafío tanto para
los investigadores del periódico como para los historiadores y
-¿por qué no?-, curiosos locales.
Se trata, nada menos, que del origen del guardapolvo blanco de las maestras.
Si, del inmaculado, criticado, respetado, proletarizado, valorizado/desvalorizado
guardapolvo blanco.
En su edición de junio de 2001, la revista digital de educación
"Contexto Educativo" publicó una nota titulada "¿Homogeneizar
o Diversificar? Dilema del educador crítico", analizando el
rol social de la escuela pública en los últimos años
del siglo XIX y en los primeros del XX.
Cuenta el autor de la misma -Raúl Guevara, Director del Centro
de Investigación Educativa en Tandil y docente e investigador de
la Universidad Nacional de Lomas de Zamora-, que las pobres ropas con
que concurrían a la escuela muchos niños, reveladoras de
su origen social, contrastaba con la buena vestimenta de sus maestras,
generalmente provenientes -a esa época-, de una clase más
acomodada.
Esa diferencia -que presumo debe haber sido advertida al menos en todas
las grandes ciudades del país-, tuvo una respuesta acá,
en Tres Arroyos.
La nota citada revela que "En 1912, un grupo de maestras de Tres
Arroyos decidió homogeneizar su vestimenta. Se confeccionaron largos
guardapolvos blancos, diez centímetros por encima de sus faldas
que dejaban ver apenas sus tobillos protegidos por largas medias. Ese
mismo año fue observado el cambio por autoridades de la Provincia
de Buenos Aires y lo difundieron por todos sus medios como un ejemplo
a imitar. Desde entonces, las maestras fueron adoptando el guardapolvo
blanco por sí mismas; resolvían uno de sus problemas vinculados
a la diversidad homogeneizándose. Unas décadas después
se hizo obligatorio, como uniforme oficial que el Estado nunca proveería,
a diferencia de policías, carteros, militares y otros empleados
a los que se les exigía uso de uniforme".
Intenté profundizar el tema pero, por ahora, es poco lo que pude
averiguar. Sólo -y en verdad no relacionado directamente con el
tema que nos ocupa-, que el guardapolvo blanco de los alumnos, en los
establecimientos educativos de la provincia de Buenos Aires, vendría
recién veinte años mas tarde a propuesta del doctor Genaro
Giacobini, consejero del Distrito Escolar XIX. Y que este personaje debe
haber tenido cierta trascendencia pública, ya que una corta calle
de la ciudad de Buenos Aires, creo que por el barrio de Flores, lleva
su nombre.
Aprovecho este medio para dejar socializado mi hallazgo, y con ello lanzado
el desafío de exhumar -en homenaje a aquellas maestras pioneras-,
este pedacito de nuestra historia.
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