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A 25 KMS. DE LA CIUDAD, UN OBELISCO RECUERDA
EL LUGAR DONDE ESTABA EMPLAZADO EL FORTIN MACHADO
Centinela del Desierto
Quizás pocos tresarroyenses sepan que el
sitio donde estuvo emplazado el Fortín Machado, primer asentamiento
poblacional de la región, se encuentra a 25 kilómetros de
la ciudad. O que en ese lugar, en 1935, en ocasión del cincuentenario,
se erigió un monolito recordatorio, esculpido por Don Antonio Orfanó,
el que puede ser visitado por los vecinos. "El Periodista" efectúa,
en textos e imágenes, una visita guiada al lugar donde comenzó
a escribirse la historia de Tres Arroyos
Para llegar al sitio
donde se yergue la pieza escultórica debe tomarse la Ruta
Nacional Nº 3 en dirección Norte y al arribar a la señalización
que indica la distancia existente al Paraje "La Horqueta"
es necesario girar a la izquierda y tomar el camino vecinal
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La polvorienta calle
que conduce al lugar donde comenzó a escribirse la historia
de Tres Arroyos está frente a un conocido motel. Sólo
es necesario seguir esta vía para arribar a "La Horqueta",
sitio por el que el viajero-turista debe pasar obligatoriamente
si se dirige al monolito por la misma ruta que recorrió "El
Periodista"
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A 2,7 kilómetros
de la Ruta 3 el camino entoscado que conduce al lugar desde el cual
comenzó a nacer Tres Arroyos presenta una curva de ángulo
muy cerrado. Considerando las características del piso y
de su trazado no es un mal consejo advertir sobre la necesidad de
transitar a una velocidad prudente
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Depende la época
del año en que se emprenda la "aventura" de conocer
la zona donde se sembró la semilla que dio origen a nuestra
patria chica, el viajero podrá o no cruzarse con otros vehículos.
Sobre fines de marzo, por ejemplo, el tránsito de camiones
y maquinaria agrícola diversa es constante
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"La Horqueta"
es un paraje muy antiguo que, como todos los poblados rurales, ha
perdido gran parte de su actividad por ausencia de habitantes. En
el lugar funciona la Escuela Nº 23 Ricardo Gutiérrez.
Al establecimiento asisten tan sólo 4 alumnos que cursan
1ro, 4to, 5to y 7mo año y comparten la misma aula. Una maestra
se encarga de impartir clases a todos. "La Horqueta" no
tiene pobladores, de modo que sólo cuando la escuela está
abierta el sitio cobra vida, el resto de la jornada parece un pueblo
fantasma
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Unas cuantas decenas
de metros después de pasar por la Escuela Nº 23 el camino
presenta un cruce. Allí es necesario girar a la izquierda,
ya que si se continúa derecho se llegará a Claudio
Molina, pero no al monolito que recuerda a Machado y su fortín.
Algunos cientos de metros más adelante, la calle tomada en
el desvío existente en "La Horqueta" también
se bifurca, ahí se debe girar a la derecha
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5 kilómetros
después del último desvío un puente aparece
en el camino. El curso de agua que pasa debajo de su estructura
es el 3º Brazo de los 3 Arroyos. Unos 2500 metros arroyo arriba,
sobre la margen derecha, se encuentra el punto exacto en el cual
se hallaba emplazado el Fortín Machado. Sin embargo, no es
allí donde aparecerá el monolito recordatorio de la
figura del coronel
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Apenas 300 metros más
adelante del puente mencionado, a la derecha del camino y junto
al alambrado que marca el límite de un lote de campo, aparece
la pieza realizada por Antonio Orfanó. El obelisco mide aproximadamente
1,7 metros y en la cara que da al camino se puede leer, no sin cierta
dificultad debido al desgaste que ha sufrido la piedra a causa de
la erosión, el siguiente texto: "Al Cnel. Machado. El
Pueblo de Tres Arroyos. 1885 - 1935". Debajo y a la derecha
aparece escrita en letra más pequeña la firma de Orfanó.
Sin dudas, la gran curiosidad que encierra la frase labrada en el
monumento es la fecha, ya que equivoca el año de la fundación
de la ciudad. La causa de tamaño error no es conocida, pero
debe tenerse en cuenta que los festejos por el cincuentenario de
nuestra ciudad no se realizaron en 1934, como todos podríamos
suponer, sino que ocurrieron exactamente un año después.
Quizás esto explique la inexactitud en la fecha
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EDITORIAL
¿Honor y gratitud?
Señalizar adecuadamente cada lugar histórico,
mantener las pequeñas obras realizadas en ese sentido y
facilitar el acceso a ellos para que todos tengamos la posibilidad
de visitar los escenarios en los que se desarrollaron los hechos
que dieron origen a nuestra patria chica, es una tarea indelegable
de los gobernantes, que tiene como finalidad mantener la memoria
de los pueblos, cuestión fundamental para que las generaciones
aprendan a valorar los esfuerzos desplegados por los pioneros
para edificar no sólo obras arquitectónicas o de
ingeniería sino también nuestra identidad como pueblo.
El acceso, por ejemplo, al lugar donde funcionó el Molino
Mayolas es hoy día prácticamente intransitable para
quien no tenga un estado físico impecable, y ni que hablar
del monolito recordatorio al Coronel Benito Machado, hombre fundamental
para nuestra historia.
La pieza creada por el emblemático escultor tresarroyense,
Antonio Orfanó, no sólo está perdida en el
medio del campo y absolutamente descuidada, sino que tampoco existen
señalizaciones que permitan llegar con facilidad a los
interesados en visitar el lugar. El monolito que recuerda nada
menos que el primer asentamiento poblacional de nuestra región
ni siquiera puede ser visto desde cerca, ya que si bien es cierto
que está junto al camino, entre éste y el monumento
hay una zanja de unos tres metros de ancho y dos de profundidad
que resulta casi infranqueable para cualquier persona.
Los tresarroyenses nos merecemos poder visitar nuestros sitios
históricos y por ello es necesario que se encaren obras
con ese fin. Además, revalorizar estos lugares, darles
un aspecto más amigable, podría atraer turismo y,
por ende, generar una fuente de ingresos para la comunidad. Los
ejemplos de emprendimientos de este tipo exitosos en el país
se cuentan por decenas.
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