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FRANCO RIBAS Y SU TRABAJO PARA UNA AEROLINEA EN ESPAÑA

Rampa de despegue

La suya es una historia de valentía y adaptación; emigró a España con su hermano a los 31 años, se desempeñó en varias tareas hasta que le llegó una oportunidad interesante: trabajar para una aerolínea británica en el aeropuerto de Alicante. Franco Ribas, en una charla exclusiva con “El Periodista”

Marzo 2025
Franco y una experiencia en EasyJet, durante una jornada laboral en la aerolínea

Franco y una experiencia en EasyJet, durante una jornada laboral en la aerolínea

A sus 31 años, Franco Ribas decidió dar un giro de 180 grados a su vida y emprender un viaje hacia Europa en busca de nuevas oportunidades. Tras casi dos años de trabajo en la Municipalidad de Tres Arroyos, su contrato llegó a su fin y ante la falta de perspectivas laborales en su ciudad, impulsado por la reciente obtención de la ciudadanía italiana, decidió junto a su hermano Emiliano probar suerte en el Viejo Continente.
"Con muchos miedos, mucha incertidumbre, pensé: 'No tengo nada que perder, te acompaño'", expresa Ribas, reflejando la valentía y determinación que lo impulsaron a tomar esta importante decisión.
Para financiar la aventura, vendió muchas de sus pertenencias, incluyendo objetos de gran valor sentimental. "Vendí activos que tenían mucho valor sentimental y que me había costado muchísimo comprar", relata. Sin embargo, estaba dispuesto a sacrificarlo todo para comenzar una nueva vida.
España y Alicante: las elecciones de un nuevo comienzo
La elección de España como destino fue motivada principalmente por el idioma. La ciudad elegida, Alicante, surgió de manera fortuita gracias a un amigo en común. "Alicante fue por medio de un amigo, que tenía contacto con otro tresarroyense que está viviendo allá. Él nos reservó una habitación hasta que llegamos”, cuenta Ribas.
De esta manera, Alicante se convirtió en el destino elegido, dejando de lado otras ciudades que los hermanos Ribas habían estado considerando. "Empezamos a buscar información sobre Alicante, sus lugares, el transporte público y todo lo necesario para adaptarnos”, agrega.
Los primeros pasos
Los hermanos Ribas llegaron a Alicante el 14 de marzo. "Llegamos con las maletas y nos instalamos en la habitación. Allá te alquilan habitaciones, dentro de un piso, por suerte privadas, porque pueden ser habitaciones incluso compartidas que son más baratas. Esas te las ofrecen en portales muy conocidos, donde se pueden ver fotos de las zonas comunes como la cocina, el comedor, el living que entre compañeros de piso pueden compartir", describe Ribas.
Desde su llegada, Franco ha cambiado de vivienda en tres ocasiones, adaptándose a las circunstancias y buscando siempre mejorar su calidad de vida. "En noviembre tuve que mudarme porque mi compañero se trasladó a otra ciudad y no podía afrontar los gastos solo. Luego viví con una pareja argentina por dos meses y medio, y recientemente me mudé nuevamente, considerando la facilidad del transporte público y la cercanía a mi trabajo. Yo me manejo con transporte y camino y cuanto más cerca mejor ", comenta.
Trámites iniciales
Una de las primeras gestiones que realizaron los hermanos al llegar a España fue la obtención del NIE (Número de Identificación de Extranjero). "Lo primero que hicimos cuando llegamos a España fue mirar la página del gobierno y sacamos una cita para asignación de NIE. Ese trámite lo hicimos en Elda, una ciudad que está en tren a 35 minutos de Alicante, porque teníamos un turno más rápido. Con ese tema nos ayudó una persona que hace tiempo que vive allá y nos consiguió un turno. El NIE, tiene una letra y siete números, como si fuera un DNI y tenés que aprenderlo como si fuera un número de teléfono. También tuvimos que tener una línea telefónica, que lo sacamos con el pasaporte. Ya una vez teniendo el NIE podés buscar trabajo, es como un requisito indispensable", detalla Ribas.
Otro aspecto fundamental es el empadronamiento. "Encontrar un piso donde te permitan empadronarte es clave. Esto te permite acceder a la salud pública y otros servicios básicos", señala.
De turista a residente
"Yo creo que el primer mes y medio lo sentí como si fuera un turista. Después te das cuenta y te cae la ficha de que realmente la idea es vivir acá y tener que construir de cero", reflexiona Franco Ribas sobre sus primeros días en Alicante.
La adaptación a una nueva ciudad y la construcción de una nueva vida no son tareas sencillas. Ribas describe cómo el paso del tiempo y la familiarización con el entorno fueron clave para dejar de sentirse como un turista y comenzar a echar raíces en Alicante. "Alicante es precioso. Llegamos a mitad de marzo y al comienzo nos propusimos con mi hermano recorrer y ver cómo era para saber dónde estábamos metidos. Luego empezas a tener referencias visuales, sabés como es el transporte público, entre otras cosas", afirma.
De la búsqueda de empleo a la oportunidad en el aeropuerto
La llegada a un nuevo país trae consigo el desafío de encontrar un trabajo que permita construir un futuro. Franco Ribas no fue ajeno a esta realidad en Alicante. "Y yo creo que me cayó la ficha cuando dos meses luego, a mitad de mayo, me llamó la aerolínea británica Jet Dos, después de pasar por varias entrevistas laborales, desde un restaurante chino hasta una cafetería que me dijeron todos que no", recuerda sobre sus primeros intentos fallidos.
La búsqueda de empleo llevó a Franco Ribas a explorar diversas oportunidades laborales en Alicante. "También estuve trabajando en Carrefour como repositor y cajero, además estuve como repartidor de paquetes para Amazon”, cuenta.
La búsqueda de trabajo en un nuevo país puede ser un desafío, pero Franco Ribas encontró en los portales de empleo una herramienta clave. “En mi caso fue Linkedln, tiraron un aviso y yo me postulé, me llamaron para mayo, me preguntaron si había estado en el aeropuerto alguna vez, le dije no, pero me interesaba mucho porque me gustaba la aviación y quería saber cómo era el ambiente y vivir la experiencia de ver cómo es el proceso y todo lo que es la operativa adentro, les dije en la entrevista, y terminé entrando, me dieron la formación y estoy súper agradecido", relata sobre su experiencia.
Agente de rampa y su formación
La falta de experiencia no fue un impedimento para Ribas, quien recibió una formación integral que le permitió desempeñarse como agente de rampa. "Tuve una formación de dos semanas, fueron las últimas dos semanas de mayo, una semana completa de lunes a viernes 8 horas diarias de teoría y la otra semana de lunes a viernes, 8 horas diarias de práctica", detalla sobre su capacitación.
La formación incluyó tanto aspectos teóricos como prácticos, permitiéndole familiarizarse con la operativa del aeropuerto, los vehículos que debía manejar y los procedimientos de seguridad. "Una vez que estás dentro del aeropuerto, al principio no puedes hacer absolutamente nada, solamente te dejan que te subas a la bodega y bajes las maletas, nada más", explica sobre sus primeras experiencias en el aeropuerto.
Un caos organizado: la dinámica del trabajo en rampa
El trabajo de un agente de rampa en un aeropuerto puede parecer caótico a simple vista, pero Ribas describe cómo existe una organización detrás de esa dinámica. "Hay todo un procedimiento de seguridad increíble, que al principio te asusta un poco, pero después te das cuenta que es un caos organizado, que no es tan como a la deriva, la gente ya sabe lo que tiene que hacer", afirma.
Entre las tareas que realizó como agente de rampa, se encuentran la recepción de aviones, el calzado y señalización de aeronaves, la operación de cintas motorizadas para la carga y descarga de equipaje, el manejo de tractores para remolcar escaleras y GPU (grupo electrógeno que suministra energía a los aviones), y la conexión de barras de push-back para el retroceso de los aviones. "Hice de todo y creo que no queda ninguna otra cosa pendiente. Como agente de rampa hay unas tareas que solamente el personal experimentado puede hacer, que son muy específicas, pero yo he hecho de todos, desde que, para el avión, lo calzamos, le ponemos los tacos, los señalamos. Además, he manejado las cintas para aproximar y luego hacerlas funcionar, para bajar y subir el equipaje a las bodegas, manejar el tractor", enumera sobre sus diversas responsabilidades.
Más allá de la pista
El trabajo de un agente de rampa no se limita a la pista. Ribas también tuvo la oportunidad de participar en la facturación y entrega de equipaje. "Y después tenés la parte de entregas, que es desde el lado interno del aeropuerto entrego las maletas que recién bajé del avión para que suban y se reencuentren nuevamente con los pasajeros. Eso también es otra tarea", explica sobre estas tareas adicionales.
Para Ribas, el trabajo en el aeropuerto es dinámico y gratificante. "En realidad es rotativo, constantemente pasas por todas las tareas, eso es lo que me encanta, aparte de que me gusta la aviación y todo eso, es muy dinámico, muy divertido y por eso me gusta tanto el trabajo", dice sobre su experiencia como agente de rampa en Alicante.
Ahora, Franco tiene nuevas metas para el futuro. "Este año como objetivo me queda doblar horas, en este caso es trabajar con una compañía y con la otra ir haciendo cambios de turnos y trabajar para las dos, así que voy a estar bastante ocupado, voy a ver si puedo generar algo de dinero y aprovechar la oportunidad", concluye sobre su trayectoria laboral.
Amigos y añoranzas
La experiencia en el extranjero se enriquece con las nuevas amistades y el contacto con personas de diversas culturas. Franco Ribas ha encontrado en Alicante un lugar donde ha podido construir un círculo de amigos diverso y enriquecedor. “Acá me he cruzado con gente de distintos lugares de Argentina, incluso tresarroyenses. Tal es así que a fin de año organizamos un grupo, algunos argentinos, españoles y de otros lados. Alquilamos un lugar, hicimos un asado y terminamos haciendo un almuerzo, como si fuera un domingo al mediodía en Argentina, comiendo un buen asado", comparte sobre la conexión que existe entre los argentinos en Alicante.
"Gracias al voley que desde muy chico lo entrenamos con mi hermano, es que conocimos a un grupo de chicos. Fuimos a tomar mate a la playa de Postiquet, muy conocida acá y unos chicos jugando con una red que habían montado en la playa, nos invitaron al grupo y de ahí en adelante hice un círculo de amigos increíble. Hay unas personas bárbaras de todas las nacionalidades", relata sobre cómo el deporte y la apertura a nuevas experiencias le han permitido conocer a personas de todo el mundo.
A pesar de la alegría de las nuevas amistades, Franco no olvida sus raíces y a las personas que quedaron en Argentina. A pesar de la distancia y la diferencia horaria, la comunicación es una prioridad. "Siempre teniendo en cuenta la diferencia horaria y todo. Yo les mando fotos, mensajes, audios, les cuento lo que estoy haciendo diariamente, por ahí les digo, estoy en la playa tomando mate, estoy acá en el departamento tranquilo tomando mate, estoy trabajando, estoy por salir, no sé, yo siempre voy comentando la rutina y siempre intento mantenerme al corriente y al día de todo lo que va pasando por aquel lado”, describe.
Para Franco, la familia y los amigos son un pilar fundamental en esta nueva etapa de su vida en Alicante. "Con mis amigos también hemos compartido muchas videollamadas, sobre todo con mi familia, por ahí cada dos, tres días, siempre andamos comunicándonos", explica, demostrando la importancia de mantener un contacto cercano a pesar de la distancia física.
También miro mucho los portales de noticias, Instagram y todo eso", relata sobre su manera de compartir su vida con los suyos.
"Si bien estoy en contacto permanentemente, extraño mucho a la familia, a los amigos, también el asado, la calidad de la carne, pero son pequeñas cositas que uno extraña y algunos alimentos que no llegan acá”, confiesa.
El idioma y la apertura a nuevas oportunidades
Para Franco Ribas, el aprendizaje del inglés es uno de sus principales objetivos. "Yo siento que uno de los objetivos principales es el idioma y quiero aprender bien el inglés. Si bien tengo una práctica porque he hablado con gente de distintas nacionalidades que hablan el idioma inglés, quiero perfeccionarlo”, comenta.
Además del inglés, Ribas también ha considerado la posibilidad de aprender alemán. "Otra cosa también que me sucedió es, tuve una oportunidad de trabajo en Alemania importante que era para lo mismo, como agente de rampa en un aeropuerto, según disponibilidad podía ser en Múnich o Frankfurt, ellos te daban un curso alemán, una empresa intermediaria, es reclutadora y luego te insertaban allí. Fue una propuesta muy fuerte que por momento la rechacé", revela.
Para Franco Ribas, la experiencia de vivir en el extranjero implica estar abierto a nuevas oportunidades y desafíos. "No estoy casado casi con ningún país. Por supuesto que en España hay muchos argentinos, latinos, pero se trata de ir aprovechando oportunidades, de ir creciendo profesionalmente y como persona. La zona de confort hace rato que la dejé viniendo acá, te pones en una posición donde nunca habías estado, por supuesto, que tu familia está del otro lado, pero pasas por un proceso bastante fuerte madurativo el irte de tu zona de confort. Te abre mucho la cabeza estando de este lado", reflexiona sobre su visión del futuro.
Por otra parte, Franco expresa su deseo de regresar a Argentina para pasar las fiestas de fin de año con su familia. "Mi intención es volver a Argentina. Tengo como un sueño en la cabeza de intentar pasar fiestas y fin de año allá, volver, me encantaría”.
Mensaje final
Para finalizar, Franco Ribas envía un mensaje a sus seres queridos y a aquellos que estén considerando la posibilidad de emigrar. "Un gran abrazo para Tres Arroyos, saludo a todos mis amigos y a la familia que los extraño muchísimo. Por otra parte, a las personas que tienen ganas de cambiar su vida, decirles que es viable y se puede. Yo pensé que estaba muy lejos todo esto, pensé que a Europa lo iba a visitar algún día de mi vida. Yo tenía esa mente antes. No hay que tenerle miedo a lo nuevo, te adaptas, ves que las cosas no son tan diferentes como pensabas. La gente tiende a generar catástrofes en la cabeza y en realidad nunca pasa nada. Si pueden venir con una persona acompañada, mejor, pero a no tenerle miedo a lo nuevo y cada uno va a tener su experiencia, eso es claro, pero vengan que es muy lindo. Por lo menos Alicante, es una ciudad hermosa, sin lugar a duda la elegiría como destino turístico. También es bueno rodearse con amigos y siempre intentar socializar, estar activo, con la mente ocupada", concluye con un mensaje de optimismo y aliento.

Franco Ribas en acción, trabajando como agente de rampa, dentro de la bodega de un avión

Franco Ribas en acción, trabajando como agente de rampa, dentro de la bodega de un avión

El trabajo de Franco en pista, aeropuerto de Alicante

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