RECONOCEN A LA DISEÑADORA TRESARROYENSE FLORENCIA BONNECAZE
Moda con conciencia
“Las grietas de la vida” es un vestido hecho con desechos de cortinas y teñido con paltas y café. Su autora, la joven estudiante de Diseño de Indumentaria, Florencia Bonnecaze, fue seleccionada para exponerlo en Galerías Pacífico, en el marco del concurso de Diseño Sustentable “Conciencia Artística”, organizado por la Escuela Argentina de Moda
Resurgir en medio de la catástrofe. Esa fue la inspiración de Florencia Bonnecaze para crear el diseño que la llevaría a ser finalista, entre cientos de personas, del concurso Diseño Sustentable “Conciencia Artística”, organizado por la Escuela Argentina de Moda. La joven de 25 años, estudiante avanzada de la carrera de Licenciatura en Diseño de Indumentaria y Calzado de la UPSO -dictándose actualmente en CRESTA-, fue una de las 22 elegidas para exponer en Galerías Pacífico, un importante paseo de compras de la ciudad de Buenos Aires.
A lo largo de estas semanas, ha recibido numerosas valoraciones por el trabajo realizado y muchas personas han compartido el material en sus redes sociales, lo que a Florencia la llena de orgullo.
En esta entrevista con “El Periodista”, la tresarroyense nos adentró en el proceso del diseño y habló sobre sus proyecciones en el mundo de la moda.
¿Cómo nació esta vocación? ¿Por qué elegiste la carrera de diseño?
Antes estudiaba fotografía y me surgió la duda de lo que es la costura, así que me anoté en un curso de costura. Después me encontré con esta carrera, que me gustaron las materias que tenía y me inscribí.
¿Qué fue lo que más te atrapó?
Había materias que me atraían mucho, como dibujo o computación, historia del arte… Muchas materias nuevas que no conocía porque mi secundario fue con orientación en administración, no era de artístico, así que fui tomando muchos conocimientos. Yo estaba por empezar Nutrición, pero me gustaba mucho lo que es diseño y justo se abrió esta carrera en Tres Arroyos, así que feliz de poder seguir estando acá con mi familia. Este es el tercer año que estoy, en total son cuatro años y medio. Ahora a mitad de año nos recibimos de una Tecnicatura en Emprendimientos del Diseño y después vienen las materias de la licenciatura.
Obviamente es un rubro muy amplio, pero ¿qué es lo que más te gusta a vos de lo que venís aprendiendo?
A mí me gusta mucho lo que es la comunicación, el marketing, la fotografía de moda. Todo esto es muy importante para el diseño porque hace notar la marca. Hoy en día todo lo visual es algo muy importante, sobre todo con las redes sociales.
Una oportunidad
¿Cómo te encontraste con la posibilidad de participar de este concurso de la Escuela Argentina de Moda?
Mi mamá es de Buenos Aires, así que parte de mi familia está allá y saben que estoy estudiando esta carrera. Mi tía vio los maniquíes de los diseños el año pasado y me mandó fotos. Me gustó mucho esto del arte con lo que es la conciencia artística, así que busqué e investigué en redes, y cuando vi que EA Moda subió la convocatoria, que es abierta para estudiantes o diseñadores, en diciembre me anoté.
Llevaste una propuesta que se llamó “Las grietas de la vida”. ¿De dónde nació la idea y cómo fue el proceso?
Esta idea surgió de un concepto inspirador que nos dan ellos, que era “vivir es increíble”. De ahí con todo lo sucedido en Bahía Blanca, es como que uní frases y creé la frase de “las grietas de la vida”, que es resurgir de donde no hay esperanza de vida. Es un diseño que combina tintes naturales y la basura que contamina esa naturaleza. La pieza está confeccionada con latas, plásticos, cables y las capas de la pollera son de restos de cortinas, que se descartan en las fábricas de cortinas, y están teñidas con tintes naturales como palta y café.
¿Cómo fue el ida y vuelta con los organizadores del concurso?
El jurado estuvo compuesto por diseñadoras reconocidas y la directora de la marca Brother de máquinas de coser. A ellos les gustó la idea, tuvimos muchas charlas con chicas que están en el mismo año de la carrera y en lo que es la etapa anterior a la presentación del proyecto, pude tener la asesoría de la coach Myrian Núñez, que es la directora de la Escuela de Moda. Ella me fue guiando, me fue motivando seguir con el diseño.
¿Cuánto tiempo te llevó el proyecto?
Fueron dos meses. Primero entregué una lámina con la idea de diseño, y fui seleccionada entre más de 100 personas del país que presentaron su diseño. Después tuvimos la charla con Myrian y con otros coach y ahí empecé a idear qué materiales iba a usar, cómo iba a quedar bien el diseño, y procesar lo que son los materiales como el cuero, las latas, las telas...
La presentación fue nada menos que en Galerías Pacífico, un lugar emblemático y muy visitado en Buenos Aires…
Sí, es un lugar emblemático y que es visitado por muchos turistas, que veo en redes que suben fotos de los diseños y están interesados en esto de la conciencia artística. Por suerte pude ir y estar el día de la curaduría y de la entrega de premios. Además, Myrian me llevó a la Escuela de Moda y pude conocer la escuela y los diseños que tienen ahí.
Una buena base
Ahora toca continuar con la carrera. ¿Esto te despertó algún otro interés o cómo te ves en un futuro trabajando?
En un futuro me gustaría seguir igualmente estudiando porque los conocimientos me hacen sentir más segura al momento de diseñar, porque antes copiaba patrones de prendas que me gustaban, que tenía, y me gustaría estudiar lo que es moldería y lo que sigue en la carrera para sentirme segura para diseñar. Y además las oportunidades surgen cuando tenés una buena base. La formación para mí es una buena base, sin dudas.
¿Alguna reflexión que quieras compartir sobre lo que fue esta experiencia?
Sí, que hay que animarse a dar el primer paso porque esta carrera nos invita a emprender. También que las herramientas sean públicas y que estén alcance de todos, está buenísimo. Depende de cada uno darle provecho, pero hay que animarse a dar el primer paso.