Municipalidad Tres Arroyos

notas edicion de papel

UNA TRESARROYENSE EN EL MINISTERIO DE LA MUJER DE LA PROVINCIA

Género y comunicación: ampliar la mirada

Micaela Estebanez es tresarroyense y forma parte del equipo de prensa del Ministerio que conduce Estela Díaz. Con “El Periodista” compartió una enriquecedora charla en la que repasó su formación, la introducción de la perspectiva de género en la comunicación y la brecha que persiste a nivel laboral y profesional con los varones

Marzo 2023
Micaela tiene una columna sobre género en radio, es docente y se ocupa de aspectos vinculados a la comunicación en la cartera de género y diversidad bonaerense

¿Qué la motivó a estudiar periodismo?
Tengo 34 años y comencé a estudiar periodismo a los 19 años en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. Desde niña tuve mucho gusto por los libros, la literatura, era muy lectora. Participé y gané un concurso nacional de literatura teniendo 9 años, en la biblioteca José Ingenieros, espacio que quiero mucho.
Mi tía también fue quien me incentivó desde muy pequeña a la lectura, a los seis años tuve mi primera historieta de Mafalda, la leía, pero me daba cuenta que no la entendía del todo. Había cosas que sí comprendía, pero en realidad ahí estaban mis primeros acercamientos con la cultura del feminismo porque Quino nos enseña mucho de eso.
El gusto por el saber me motivó a estudiar periodismo y porque es un campo en donde una puede ahondar en diferentes saberes. También desde pequeña me gustaba mucho la política, me gusta en la actualidad. A los doce años le pedí a mi tía que me lleve a los cacerolazos que sucedieron en esos terribles días en diciembre del 2001. Yo fui antes del 19 de diciembre, pero siempre veía en la tele de Tres Arroyos lo que sucedía y cuando tuve la posibilidad de viajar a Buenos Aires a ver a mi tía le pedía si podíamos ir a ver las marchas, ella trataba la situación con mucho cuidado, no estar en el centro de la plaza, pero podía participar y ver lo que era el fervor del pueblo.
Ingresé a la Facultad en el año 2008, me recibo en el año 2015 con la tesis de grado, soy Licenciada en Comunicación Social, con orientación en periodismo, al año de estar en la facultad comencé a ser ayudante en la materia de Comunicación y Cultura que es Filosofía del Lenguaje y Semiótica. Siempre fui muy buena estudiante, tanto en la escuela como en la universidad, mis comienzos en los estudios fueron en el Jesús Adolescente en la ciudad de Tres Arroyos.
¿Hace cuántos años que se dedica a esta profesión?
Me dedico al periodismo no hace mucho tiempo, esta es una carrera difícil de inserción laboral, en términos de que no está bien pagada, si bien me recibo en el año 2015 con 26 años, ejercí algunas prácticas profesionales en radios, siempre a modo gratuito y luego elegí otros trabajos más vinculados a la educación y a la gestión pública porque no me alcanzaba para llegar a fin de mes, no me resultaba rentable el oficio, por lo que decidí hacer solo colaboraciones, pero no dedicarme de lleno a esto.
Tenemos entendido que trabaja como periodista en el Ministerio de la Mujer de la Provincia de Buenos Aires. ¿Qué la incentivó a trabajar en ese espacio?
Empecé más activamente en el año 2020 a ejercer el periodismo de lleno y fue en 2021 que comencé a formar parte de la Dirección Provincial de Comunicación del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires. En realidad, participo del mismo desde sus comienzos, primero en la parte de violencias de género y luego pasé a ser prensa de Jefatura de ministras.
Me defino como feminista hace muchos años, el trabajo final en mi facultad a mis 19 años de lo que es Taller de Producción Gráfica I, fue acerca del aborto, estamos hablando de hace 15 años atrás en donde este tema no estaba en la agenda. La campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito se había iniciado, poro era algo tabú.
Siempre me identifiqué con lo que es el feminismo, más adelante también con lo que hoy sabemos que es el transfeminismo. Vi desde niña y crecí en un mundo desigual que me marcó la diferencia a la hora de ser niña y no niño, joven mujer y no joven varón y después de más grande ser adulta mujer y no una adulta varón. Tambien lo vi en mis familiares, en mi gente cercana, las posibilidades eran diferentes para las mujeres que para los varones.
Como mencioné anteriormente, a los 6 años leía Mafalda, la vi a mi tía Juana Antonia Lazcano quien fue un gran referente para mí, ella falleció el año pasado con 84 años, fue soltera, la primera profesional de la familia por parte de mi madre. Realizó su camino profesional de a poco, contra todo, en una época que le decía que debía casarse, que tenía que tener hijos, dedicarse al hogar. Ella se recibe como abogada con mucho esfuerzo a los 50 años y logra ejercer y ser profesional.
Estos son algunos de los motivos, hay muchos más por supuesto. También los que he sufrido por mi condición de ser mujer, la discriminación, el señalamiento de la sexualidad por serlo, ni hablar en una localidad como Tres Arroyos que es un lugar chico, con menos habitantes en donde da la sensación que todo el mundo está observando lo que hace el otro. La ciudad grande como La Plata que es el lugar en donde radico en la actualidad da otras posibilidades de interacción, te abre el campo de interacción social, cultural y muestra otras realidades.
¿Qué cree que aporta usted como comunicadora al Ministerio?
Trabajo en el Ministerio en prensa, me dedico a hacer coberturas en territorio en los que va la ministra Estela Díaz, en ese caso hay oportunidades en los que hago fotografía, a veces hago de cronista, somos un equipo y vamos cambiando de rol dependiendo lo que se requiera. Soy muy multifacética en ese sentido, hago fotografía, redacción, radio, he producido los primeros podcasts del Ministerio que se llaman “Ellas no fueron contadas”, se los recomiendo escuchar, es una producción realizada en conjunto con Radio Provincia.
Creo que aporto todo mi saber en relación al género, es algo que en lo que vengo indagando desde muy joven, desde que ingresé en la universidad y antes también. Las primeras investigaciones como les decía fueron acerca del género, me recibo con mi tesis que habla sobre todos estos temas, la misma se titula “Acerca del discurso de la Homosexualidad”, y es un análisis discursivo de las producciones ficcionales de la productora Polka y cómo hablan sobre la homosexualidad en la historia de su producción y la relevancia que han tenido en Argentina.
Luego de allí participé en distintas investigaciones porque ya a los 26 años fui concursada para el cargo docente en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Hace un montón de años que trabajo ahí, porque ingresé a los 20, fui ayudante de catedra, luego fui creciendo, insertándome en distintas áreas tanto en la docencia como también en la investigación. Participé del dictado de la Ley Micaela antes de ingresar en el Ministerio, trabajando con Flavia Delmas que era la Secretaria de Genero de la Facultad en ese momento y hoy es la subsecretaria de Políticas Contra las Violencias del Ministerio de Mujeres.
Aporto mis ganas de cambiar esta desigualdad de género que existe y que nos atraviesa profundamente, que me atraviesa profundamente, trato de aportar desde el espacio como comunicadora que tengo en el Ministerio, también tengo una columna de género en la radio AM 530 donde todo el tiempo trabajo temáticas acerca de la concientización de la brecha de género que existe, de la violencia, de la brecha salarial, de las no posibilidades de acceso a determinados trabajos, de la discriminación hacia las mujeres por ser madres en algunos casos.
También en el año 2012 comienzo a trabajar en el programa destinado a mujeres que sufrían violencia bajo el Ministerio de Desarrollo Social, en ese momento estaba Alicia Kirchner, donde todavía estaba el gobierno de Cristina Fernández, allí coordinaba en el distrito de Berisso en el programa “Ellas Hacen” tenía 23 años cuando ingrese a trabajar en la parte educativa organizando a las mujeres. Muchas habían sufrido violencia, tenían hijos o en algunos casos hijos con alguna discapacidad. Allí aprendí mucho de la batalla, de la lucha, de sus necesidades y la complejidad que era dar vuelta la historia del empobrecimiento de las mujeres, palpé siendo más adulta y de una manera más cruel el atender a muchas mujeres en situación de calle, el volumen de mujeres y de niños que están en situación de pobreza, sabiendo que hoy este escenario es más grande, eso también me movilizó como persona y me aportó mucho como profesional, después de trabajar en este programa por cuatro años.

La brecha
¿Cómo ve usted en la actualidad al feminismo y a la comunicación en los distintos ámbitos en los que ejerce su profesión?
Lo que puedo decir respecto a esto es que los ámbitos han crecido y se nota mucho. Como contaba anteriormente, cuando me inicio en la carrera y hago el trabajo sobre el aborto, era una osada, todavía no había trabajos que iban en esa línea, había poco o menos interés, no se había dado la fuerza de lo que fue en el 2015 Ni Una Menos, todavía la campaña del Aborto Legal era incipiente, estaba comenzando.
Pero es indiscutible que la mirada sobre el género creció mucho y es notorio. También creo que falta mucho y que las derechas en la actualidad nos miran como el primer blanco de ataque, todo el tiempo se cuestiona al feminismo. Pienso en lo tremendo de que esto suceda cuando nosotras todo el tiempo revindicamos y lo que hacemos es tratar de que este mundo sea menos desigual en términos de género, lo que no quiere decir que no existan mujeres o diversidades que ejerzan la violencia, son dos cuestiones diferentes. Pero no podemos olvidar más allá de que existen mujeres que ejercen violencia, que estadísticamente nosotras tenemos en Argentina una mujer muerta cada 36 horas y ese es el parámetro que tenemos que pensar a la hora de ver la diferencia de la violencia que hay hacia las mujeres.
Por otro lado, también considero que hay muchos más ámbitos de desempeño profesional para ser periodista de género, antes no había secciones de género y con el tiempo comenzaron a existir. Sobre todo, en el mandato de Cristina, la Ley de Medios, por ejemplo, comenzó a haber espacios en televisión, en radios, en Internet y esa brecha es interesante. Hay medios que dan más lugar que otros, pero hoy existe, está, crece y eso se nota abismalmente en relación a lo que pasaba hace 15 años atrás.
Pensando en cómo nos interpela la perspectiva de género en la actualidad, ¿considera que existe más paridad a la hora de interactuar con las personas tanto en el sistema educativo como en el ámbito periodístico?
En el sistema educativo depende de qué hablemos. En la Provincia de Buenos Aires históricamente estuvo mayoritariamente desempeñado por mujeres, porque para nosotras es una de las profesiones que nos fue otorgada en relación a las tareas de cuidado y las tareas educativas están relacionadas con el cuidado por lo que allí no siento una diferencia en lo que es paridad.
Si quizás en algunos ámbitos, sobre todo en el sistema universitario, teníamos el famoso techo de cristal en el que ya en cargos más altos no tienen el mismo rango la labor educativa que en una escuela, que para nada es menospreciada, es un ámbito importante para las niñeces, pero ya en la universidad se siente diferente, ya no es un ochenta por ciento de mujeres como existe en el sistema educativo de la Provincia de Buenos Aires, sino que ahí si se iguala la cantidad.
Pero las diferencias no las vemos tanto en las Ciencias Sociales, que están más copadas por mujeres y diversidades, no así las Ciencias Naturales, las Ciencias exactas o duras, allí hay más participación de hombres. También en lo que es el acceso a lo que es el campo científico, las investigadoras mujeres estamos en minoría. En este sentido la paridad la encuentro más en la universidad, sobre todo en los cargos jerárquicos.
En el ámbito periodístico es abismal la diferencia, las mujeres estamos en los roles peores pagados, o somos las movileras o somos las cronistas de algún podcast web, siempre en un rango minoritario. Una de las razones para mí no es solo que históricamente se nos ha señalado que nosotras no podemos participar del ámbito público, político, sino también la cuestión de las tareas de cuidado, eso es fundamental para pensar en la brecha de lo que se conoce como la división sexual del trabajo. Porque si las mujeres tenemos además la carga de ser las trabajadoras de la triple jornada o de la doble jornada, que incluye las tareas de la casa, los cuidados de los niños, luego con suerte las tareas laborales. Allí vemos las diferencias grandes a la hora de tomar una mujer en un trabajo, porque se considera que va a ser más conflictiva porque tiene hijos, porque no sabe si el hombre la ayuda o no, etc., con esto venimos trabajando profundamente porque nos pone en un lugar de no poder acceder a los cargos mejores pagos como por ejemplo producción o hacer televisión o fotografía, otros espacios donde está todo muy masculinizado y son los mejores pagados. Allí tenemos también la dificultad en el crecimiento económico y en la independencia de la mujer.

La formación
Dentro de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, ¿cómo considera la formación académica de los futuros periodistas o comunicadores tanto a nivel profesional como a nivel de perspectiva de género?
Brinda muchas herramientas para desempeñarse en el ámbito laboral, actualmente además hay mayor crecimiento, en el campo del periodismo como academia se forma recién en 1988, entonces formarla como campo de disciplina a la comunicación, darle rango de Universidad y luego tener presupuesto, poder poner esa maquinaria en marcha al ser antes solo un nivel terciario costó mucho y tiene poco tiempo si nos ponemos a pensar.
Cuando yo comienzo a estudiar en la Facultad ya se empezaban a debatir temáticas de género, no tanto en profundidad como a medida que fueron pasando los años, a medida que fui estudiando se aprueba la ley de Matrimonio Igualitario, se lanza el programa “Ellas Hacen”, se aprueba la ley de Asignación Universal por Hijo, la ley de Jubilación para amas de casa o sea se reconocen las tareas de cuidado en la misma, todas estas leyes que son feministas, que son reconocimientos de derechos por lo que la Facultad incorporó cada vez más la perspectiva de género, de hecho yo tuve solo un año de decano un varón, el resto ya fueron decanas mujeres algo que considero importante. Y tuvimos la primera docente trans, recuerdo que eso fue algo sorprendente, maravilloso, venia de una ciudad como lo es Tres Arroyos en donde no tenía idea de lo que era la universidad y encontrarme con este mundo me abrió muchas puertas y la mente.
Actualmente en la formación trabajo en dos cátedras, una de ellas es Estudios de la comunicación en América Latina donde damos perspectiva de género, cada temática que se trabaja y se aborda tiene su señalamiento, su reflexión acerca del género porque creemos que la cuestión de género es estructural, que no tiene que haber una materia de género especifica, sino que en cualquier materia que uno desempeña en la educación la pueda ver con mirada de género, a lo mismo que la comunicación. La otra cátedra se llama Antecedentes en el campo de la comunicación, está dentro de la Tecnicatura en Comunicación Digital, desde sus inicios ya está estipulada la parte en donde se trabaja la perspectiva de género y la verdad que da resultados maravillosos. He podido trabajar en extensiones en la Provincia de Buenos Aires, como en el interior en donde pude ver muchos estudiantes que hicieron tesis en relación al género, inclusive varones heterosexuales y eso habla mucho de la formación que da la Facultad de Periodismo.
¿Qué falencias cree que existen en la actualidad en cuanto a lo periodístico? ¿Qué herramientas para usted sería bueno tener para que estas falencias disminuyeran?
Falencias existen muchas, que me resultan hasta complejas de simplificar para poder contestar. Hay distintos tipos de periodismo, algunos que se hacen de modo crítico y reflexivo y otros que son mas bien para la venta y eso se tiene que diferenciar. No todo el periodismo es igual, no todo el periodismo se ejerce del mismo modo.
Al periodismo hegemónico, al periodismo dominante, le falta todavía. Hemos logrado que una gran parte del periodismo o de la comunicación como Télam, Pagina 12, La Nación, Clarín, tengan editoras de género, algo impensado en otra época y aun así tenemos falencias a la hora de narrar un femicidio, por ejemplo.
Considero que la batalla es cultural y que se va a ir dando en un proceso de tiempo en donde se va avanzando gradualmente y ante una derecha que tiene mucha fuerza, mucha resistencia, intentos de que el feminismo retroceda y eso también incumbe al campo del periodismo ya que este es una fuente de saber y el saber es poder como decía Michel Foucault, entonces es claro que se debe trabajar mucho, sobre todo a nivel de género.
Las herramientas principales son la formación, que es lo que da la apertura para ser una mejor periodista. No tiene que venir necesariamente de la academia, aunque este se considere el mejor lugar, pero hay distintos ámbitos de formación, hay muchos cursos dictados por profesionales que ya trabajan en el medio y que ayudan a ejercer esta profesión.
Una cuestión para disminuir las falencias es que los medios de comunicación puedan establecer claramente desde qué lugar hablan, porque todos tienen una línea editorial, ideológica, cuando eso no se transparenta o no se dice se convierte en algo irreal porque siempre hay una posición, una postura, siempre hay un elegir una determinada fuente o un enfoque a la hora de hacer la tarea periodística. Por eso creo que el público, la audiencia, tiene que conocer desde que lugar hablan los medios y las personas que ejercen. Esta cuestión de que dicen que son periodismo independiente, yo me pregunto ¿Independientes de qué?, porque de la coyuntura no hay nadie que trabaje de ese modo.
¿Cómo ve el futuro periodístico pensando en su recorrido por el mismo y su interés en las cuestiones de género?
El interés por el género está vigente, estoy pensando en empezar a investigar cómo se da el desarrollo de las problemáticas de género, de las políticas de género en otros países también y poder comparar que pasa en los distintos lugares, ver como se dan estos fenómenos, estos paradigmas, en donde se ve que hay países que les falta mucho mas en materia de derechos, que a nosotros, aunque también nos falta la aplicación de esa ley de derechos, en donde en las aulas, desde la comunicación, en las marchas salimos a exigir las correctas implementaciones. Espero poder seguir indagando en la temática, no solo en la provincia, en Argentina, sino poder comparar con otros países.

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