Municipalidad Tres Arroyos

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JORGE MAZZOLA Y SU VIDA EN LAS BALEARES

El corazón no es una isla

Después de tres décadas y media de residencia en Mallorca y nietos nativos del lugar, el tresarroyense Jorge Mazzola sigue atesorando añoranzas de su ciudad natal, se reúne con amigos de esta zona y suele venir de visita. Pero vive en una de las regiones más bellas y atractivas de Europa. Su testimonio

Junio 2024
En Mallorca viven los tresarroyenses Jorge Luis Mazzola y Lucía Lorenzo, muy conocidos en nuestra ciudad

Islas Baleares es uno de los destinos más elegidos del Mediterráneo occidental y los motivos están claros. Se encuentran calas de ensueño, hermosas puestas de sol y una naturaleza desbordante. Son lugares en los que uno puede perderse en sus pueblos marineros, descubrir paisajes de película o vivir las noches más locamente divertidas que se puedan imaginar.
Las dos islas mayores son Mallorca e Ibiza. Mallorca ofrece disfrutar aguas cristalinas color turquesa, cuevas escondidas, paisajes que pasan de la sierra a la costa y que han sido inspiración de escritores, músicos, pintores y cineastas.
En ese sitio del mundo viven los tresarroyenses Jorge Luis Mazzola y Lucía Lorenzo, muy conocidos en nuestra ciudad. Nos contactamos con ellos para conocer a través de la distancia, sus experiencias, su familia y nos dimos un “baño de hispanidad” que compartimos con nuestros lectores. Como tantos argentinos a lo largo de los años, un día resolvieron buscar nuevos horizontes. Cómo comenzó la historia, en el relato de Jorge.
“Corría 1989 y estaba César, el hermano de Lucía viviendo en la Isla de Mallorca. A mediados de agosto caí en Madrid con el tremendo calor del verano europeo. Tenía dos direcciones que me habían dado en Buenos Aires para presentarme como vendedor y hacer unas pruebas. Me fui a Barcelona y al tercer día ya estaba trabajando. Me tocó dar una charla sobre los libros que ofrecía en un hospital de allí que cayó genial en la gente. Luego pedí ir a Mallorca donde estaba mi cuñado, siempre trabajando para la empresa “Timón”, un grupo muy importante que representaba a varias editoriales. Estuve 3 meses en la isla y me fue muy bien, al punto que dejé un departamento grande de 4 dormitorios ya alquilado por todo el año porque tenía el dinero y lo quise aprovechar. Volví entonces a la Argentina para acomodar mis cosas, buscar mi familia y el 20 febrero de 1990 llegamos a España, justamente en el día de nuestro aniversario de bodas. Junto a nuestros hijos Esteban que tenía por entonces 12 años y Manuela con sus casi 2 añitos. Valeria, nuestra hija mayor se había quedado viviendo con la abuela en Tres Arroyos para concluir sus estudios secundarios. Meses después la traje con una amiga en vacaciones de invierno para que conozca dónde estábamos. Le gustó mucho y al terminar ese ciclo educativo, con 18 años de edad se vino para aquí. Lo cierto es que con Lucía fuimos a la casa que había alquilado y volví a la empresa “Timón”, una de las más grandes de España. Era una época en la que los libros estaban en su apogeo y tentaban a los inversores a apostar por esa industria. En una charla que estaba dando en la Sala VIP del Aeropuerto de Mallorca ofreciendo material, me llamó la atención que había dos señores de traje muy atentos a mi tarea. Cuando terminó la demostración me dieron una tarjeta y me citaron en la Empresa “Azuri”, donde luego entré como vendedor y a los pocos meses me convirtieron en director de Baleares, un puesto que me dio por sobre todo mucha credibilidad bancaria al ser extranjero. Viajé bastante y me fue bien, pero al tiempo la empresa fue vendida a la Editorial “Santillana”, que resolvió desprenderse de todo el personal, me quedé sin trabajo y cobré una indemnización muy interesante. Eran épocas de mucho poder adquisitivo, mejor que ahora en España. Para dar una idea, yo ganaba de sueldo unas 175.000 pesetas por mes más las comisiones y pagaba 29.000 de alquiler. Con ese sobrante vivíamos muy bien y ahorrábamos”.

Nuevos rumbos

Jorge ya era en Tres Arroyos un destacado vendedor de libros, demostrando sus condiciones en esa tarea ciertamente difícil para la cual se necesita una fuerte personalidad, buena presencia, empatía con los clientes y formalidad en las propuestas. Pero en una etapa difícil para el país Lucía se quedó sin su trabajo en “La Previsión” y eso los animó a buscar otro rumbo en sus vidas. Es que ella estuvo 3 años antes visitando a su hermano y conoció lo que era España. Había nacido en Galicia y tomaba esa zona como una opción.
“Galicia es muy frío y más allá de que sus habitantes son muy afables, a mí me gusta el calorcito y cuando anteriormente conocí las Islas Baleares me enamoré del lugar. Ya teníamos el amplio departamento alquilado, Lucía tenía toda la documentación española en orden y nos fue trasladando con ello las posibilidades para que tanto yo como nuestros hijos lográramos con el tiempo la nacionalidad hispana. Mallorca tiene todos los atributos que uno pueda desear con la montaña y una tramontana hermosa que bordea todo el mar que nos rodea. Hay unas 300 playas y calas. Mucho para elegir y para ver en un entorno magnífico. Mucha gente viene por unos días a las playas del Mediterráneo, pero hay otras atracciones muy interesantes. Mallorca es la más grande del archipiélago balear. Luego están Menorca, Ibiza con gente famosa y mucha diversión nocturna, Formentera que es la elegida por el turismo italiano y Cabrera. En Mallorca vivieron Osvaldo Cirulli y su esposa, que retornaron a Argentina, aunque quedaron familiares de ellos en Ibiza”.

En plena reforma
Vivieron 30 años en Palma de Mallorca, la capital, pero por esas cosas del destino compraron con una de sus hijas una propiedad antigua con muros de piedra de 60 centímetros en un pueblo cercano y la están reformando.
“Ya terminamos la parte superior donde vive ella y la planta baja la pondremos óptima más adelante, porque estamos cómodos con Lucía y no tenemos ganas de que nos invadan los gremios nuevamente y nos quiten la tranquilidad del lugar. Estamos desde hace 4 años en un pueblito que se llama Llosetas, un lugar parecido a Sierra de la Ventana, al lado de Manacor que tiene fábricas de perlas artificiales y donde nació el tenista Rafa Nadal. Y de Inca, la ciudad de la industria del cuero caracterizada por la fabricación de zapatos. Cerca nuestro están nuestros nietos en Binissalem, una localidad en la que vivieron muchos años los árabes, con extensas plantaciones de vid. El nuestro es un sitio de montaña a unos 40 kilómetros de las playas, con unos vecinos fantásticos”.
Y en esta ausencia física de 34 años esa historia familiar ha tenido también algunos regresos breves a Tres Arroyos, ciudad a la que no olvidan y donde quedaron muchos amigos, ¿verdad?.
Es así. Yo he ido a Argentina cada año y medio. Hice muchísimos viajes y seguiré en eso. Y en oportunidades me puse a trabajar al comprar un auto para llevar gente desde allí al Aeropuerto de Ezeiza. Ahora vendimos en Tres Arroyos el departamento que teníamos y el vehículo, pero igual quiero ir de paseo y juntarme con toda la gente que quiero. Fueron 44 años viviendo allí, los mejores años de mi vida y mis añoranzas están ahí. A Tres Arroyos lo amo. Volveremos en breve. Ahora sin casa ni auto, pero alquilaremos algún alojamiento. He tenido una vida muy linda y soy un agradecido, con una familia hermosa, una mujer luchadora de siempre que no se si me la merezco, porque tuve alguna etapa de “travieso”. Ahora somos abuelos y estamos jubilados, cuidamos nietos y cuando podemos vamos a la playa y paseamos por toda la zona. Tuve 7 años una autocaravana hermosa, amplia con 7 camas y hasta con lugar para llevar una motocicleta. Con ese vehículo anduvimos mucho.
¿Te ves con gente de Tres Arroyos en España?
Tengo un amigo, Carlos Rodríguez, hijo de los Rodríguez y Saugar, que tenían un taller en la calle Rondeau al 50. El está trabajando aquí desde hace muchos años, es una buena persona y le va muy bien. Otro es Pablo Moyano que está en la otra parte de la isla, el famoso “Pulpo” que fue empleado mío en Claromecó cuando tenía “La Cabaña”. Mientras vivimos en Palma, por nuestra casa pasó mucha gente de Tres Arroyos a los que recibíamos con gusto. Ahora estamos en la montaña en un departamento pequeño y todo el turismo llega a las playas.

Lo que se añora
¿Qué cosas extrañás más de nuestra ciudad?
Siempre los afectos. Yo soy una persona muy nostálgica y adoro los recuerdos de mis tiempos de vida allá. Otros te dirán que añoran las comidas. No es mi caso porque aquí puedes comer lo que quieras, se consigue todo lo que se necesita y hay muchos restaurantes argentinos. En las estanterías de los supermercados siempre hay yerba mate y en las carnicerías ofrecen el llamado “corte argentino”, que les viene muy bien a quienes son compatriotas nuestros, pero no pueden “cortar el ombligo” que los une a Buenos Aires. No es mi caso. Yo estoy tan adaptado a este lugar que hasta hablo un poco el idioma catalán.
¿Palma de Mallorca es un turismo caro para el visitante extranjero?
No es este el momento para quien llega aquí con una moneda más empobrecida. Aquí vienen muchos alemanes, ingleses, gente del norte de Europa, países que tienen el Euro como la misma moneda que nosotros, pero ganan más que en España, porque en todos los países limítrofes los ingresos son mejores que aquí. Eso favorece mucho la llegada del turismo internacional. En mi zona actual puedes comer un menú de dos platos bien servidos, postre, vino, gaseosa, café y pagar 13 euros. Tan barato que me costaba creerlo. Claro que estaba en un polígono industrial donde van a almorzar muchos obreros y empleados, pero en las zonas turísticas te van a cobrar por lo menos de 20 a 25 euros. Últimamente se nota que las cosas están aumentando y se ve en los supermercados. A favor, es que los jubilados tenemos transporte gratuito. Muy cerca de nuestra casa tenemos una estación de trenes que nos llevan a Palma de Mallorca en 30 minutos y no abonamos nada. Lo mismo pasa en la capital, donde tenemos pase libre para cualquier lugar. Pero aquí es un poco más caro todo. Por ejemplo, una de nuestras hijas que vivía en Extremadura, zona caracterizada por el astroturismo que permite ver espectaculares cielos estrellados y ahora reside aquí, nota la diferencia de precios. Sin embargo, es una comunidad donde vale la pena venir, conocerla y disfrutarla. El agua del mar es cálida y las playas son hermosísimas. El amigo Alberto Serrano estuvo hace un tiempo y nos dijo que tiene deseos de retornar. De todos modos es importante señalar y me lo recuerda Lucía, que Mallorca es muy caro especialmente en las viviendas. Por ejemplo, hay muchísima hotelería y hace falta personal, pero ocurre que la mano de obra viene desde la península española y de otros países y se encuentran con el problema que no tienen donde dormir porque alquilar es carísimo para un trabajador y la hotelería les resulta imposible porque está cotizada para el turismo internacional. Algunos alquilan camas en vehículos autoportantes, pero no es la manera más digna de vivir y entonces se da ese impedimento que los lleva a trabajar a otro lado.
¿Han viajado a otros países de Europa?
Anduvimos mucho, pero ahora nos movemos menos. Hace 2 meses fuimos a Basilea en Suiza, que tiene un aeropuerto pequeño y una particularidad única. Hay 3 puertas. Apenas pasas una estás en Alemania. Otra te posa en Francia y la tercera en Suiza. Les recomiendo especialmente visitar la Alsacia francesa. También nos fue muy bien en el País Vasco con la cordialidad de la gente, los museos y las comidas. También hemos llegado a Sicilia, que es la tierra de mis padres en el sur de Italia.
Lo cierto es que hoy, en un momento ideal para Jorge y Lucía, la familia es amplia y unida en el mismo lugar.
Es así, todos en la familia somos españoles. Mis tres hijos y yo tenemos la doble nacionalidad. Lucía sigue con la de su nacimiento. Mis nietos llegaron al mundo aquí. El mayor, Bruno, tiene 4 añitos y nació en Extremadura y el pequeño Eloy es mallorquino. La madre les habla en mallorquín que es un derivado del catalán. En España hay 4 idiomas oficiales, el catalán, el gallego que es muy parecido al portugués, el euskera de los vascos que es el más difícil de entender y el castellano, la lengua comunitaria con la que nos entendemos todos. Yo conozco bastante el catalán y Lucía me ha transmitido el gallego porque canta en ese lenguaje, que dicho sea de paso es muy dulce. Todas esas expresiones son oficiales en los colegios de esas regiones.
Están felices y conformes con la decisión que tomaron allá a los principios de los 90.
Yo añoro mucho mi ciudad natal, pero ya mi tierra es ésta donde vivo hace 3 décadas y media. A mis hijos no los mueve nadie de aquí y mis nietos son nativos. Yo siempre que puedo voy a Tres Arroyos, aunque ahora veré cómo me muevo ya que vendí mi automóvil. Yo aquí tengo coche y tengo moto por lo que ya veremos cómo hacemos. Mientras tanto, más allá de contarles que estoy operado del corazón hace 22 años y me siento muy bien, con un amigo de Tres Arroyos, Ricardo Alonso que vive en Barcelona desde hace unos años, estamos pensando en hacer el Camino de Santiago que es lo que más deseo. Cada vez voy a Santiago de Compostela me emociono al ver como se abrazan los peregrinos de todo el mundo. Es uno de los acontecimientos más populares del mundo por el turismo y la fe católica. Tendremos que hacer entre 15 y 25 kilómetros diarios y debemos ponernos en forma.
Cualquier momento es bueno para visitar España. Si te agradan las fiestas, hay muchas en todas las regiones. El deporte y la aventura están a la orden. Las playas, maravillan. Los eventos culturales y los museos sorprenden. Artistas como Goya, Velázquez y Picasso suelen ser protagonistas en sus exposiciones. En la gastronomía, además de las populares tapas, el aceite de oliva es el ingrediente estrella, el jamón ibérico orgullo nacional y el vino Rioja se suma como grato acompañante. España siempre te espera.

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