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El sistema se concibió bajo el criterio de realzar la fachada y destacar las ornamentaciones, frisos y aberturas brindando al observador la imagen de "la postal de la ciudad"

 

 


DOTANDOLO DE ILUMINACION, SE HIZO JUSTICIA
CON EL BELLO PALACIO MUNICIPAL TRESARROYENSE

La ciudad luz

El 9 de Julio, Día de la Independencia, se inauguró la iluminación de la fachada de uno de los edificios más excepcionales del casco urbano, de indudable valor histórico y arquitectónico: el Palacio Municipal. Cada anochecer, cuando resplandece, la luz no sólo realza su belleza, también da cuenta de la valoración que los tresarroyenses hacen de su patrimonio. "El Periodista", que destaca el hecho, cuenta hasta el más mínimo detalle de la significativa obra

Cuando la oscuridad se adueñó del atardecer del 9 de Julio, el imponente Palacio Municipal se iluminó en todo su esplendor. Fue la coronación de los festejos del 191º aniversario de la Declaración de la Independencia, que había empezado con un desfile cívico militar que quedará guardado en la memoria.
Dicen que lo que cada lugar ve, muestra o lo que deja de ver, lo que se ha conservado y lo que se demolió, expresan la concepción que los pueblos tienen sobre su pasado y la manera de conservar sus huellas. La iluminación de la fachada de uno de los edificios más excepcionales del casco urbano, de indudable valor histórico y arquitectónico, que resplandece cada anochecer, es un reflejo del grado de valoración que Tres Arroyos tiene sobre su patrimonio.
Emplazado en un sitio de privilegio, el edificio municipal fue uno de los primeros en ser declarados patrimonio histórico por excelencia a fines de los años ´60, por su valor incuestionable: su fisonomía guarda un estilo clásico y definido, posee un incalculable valor simbólico y un sólido prestigio urbano, además de marcar todo un estilo arquitectónico en la ciudad.
Cuando se inició el programa de reparación de edificios históricos impulsado por la provincia, en la búsqueda de revalorización, conservación e iluminación de sitios e inmuebles de valor histórico testimonial, la restauración del Palacio Municipal se convirtió en una prioridad. Desde entonces hasta hoy, se repararon íntegramente los techos, se recuperó la cúpula principal, se remodeló el imponente Salón Blanco y se edificaron nuevas rampas de acceso que embellecieron su fisonomía.
La coronación fue la puesta en marcha del proyecto de iluminación y los resultados fueron un ejemplo significante de la riqueza que aportan las luces que realzan la arquitectura, plasmando la plasticidad del edificio y la belleza de una obra que es motivo de orgullo para el propio pueblo y de admiración para el ajeno.

Armoniosa combinación de estilos
Fueron necesarios meses intensos dedicados a diseñar el proyecto de iluminación y ciento veinte días para instalarlo, tras los cuales se encendieron las luces del magnífico palacio, que resaltan la armoniosa combinación de estilos arquitectónicos y decorativos. El proyecto comenzó a gestarse hace algunos años, pero fue cobrando forma recién a fines del año pasado con los aportes provenientes de la Dirección Provincial del Patrimonio Cultural.
"Hubo varios intentos de planificación hace algunos años que por distintos motivos no se concretaron, por problemas económicos o porque había otras prioridades. El año pasado empezamos a trabajar más de firme con varios proyectos, consultas a especialistas, investigación en edificios similares, hasta que llegamos a un proyecto que hizo Phillips. Sobre esa base hubo adaptaciones y finalmente quedó el de iluminar solamente la fachada", mencionó Hugo Rodríguez, el ingeniero que estuvo a cargo de las obras.
El diseño del nuevo esquema de iluminación fue desarrollado teniendo en cuenta las características específicas de la arquitectura, las peculiaridades, la multiplicidad de decoraciones y por supuesto, las necesidades que emergen del uso de cada zona. El sistema se concibió bajo el criterio de realzar la fachada y destacar las ornamentaciones, frisos y aberturas brindando para el observador la imagen de "la postal de la ciudad".
Para destacar focalizadamente los relieves, se realizó una iluminación rasante, con artefactos embutidos en el piso y el resto integrados a la mampostería, fijadas sobre cornisas en el interior de los balcones y al pie de las mansardas. Para esto se adoptaron lámparas de moderada potencia -máximo 150 W-, y luminarias de tamaño relativamente pequeño con equipos auxiliares incorporados para que no impacten visualmente durante el día.
En total se instalaron 98 artefactos en lugares específicos para diferentes modelos arquitectónicos. En el primer nivel se colocaron artefactos embutidos en las veredas, que producen una iluminación rasante que resalta las molduras. En el segundo, se iluminaron las cornisas y los balcones laterales, además de la torre central y en el tercero se destacaron los techos y molduras.
En el sistema, se utilizaron lámparas de vapor de mercurio halogenado en dos tonalidades, aplicando luz de color cálido (3000º K) sobre las paredes, cornisas y ornamentos de mampostería y luz de color blanco frío (4200º K) para destacar detalles arquitectónicos en planos lisos principalmente en balcones, mansardas y la cúpula.
La instalación eléctrica para alimentación y control de las distintas luminarias se realizó parte embutida en la vereda y el resto exteriormente, construidas tratando de ocultar las cañerías y cajas de distribución entre las molduras, salientes, balcones y huecos del frente del edificio.
El diseño otorga la flexibilidad suficiente para la selección de funcionamiento total o parcial, manual o automático, realización de efectos especiales y lograr un funcionamiento racional y económico. "Las luces se encienden con un tablero propio que se construyó especialmente. Tiene operación manual o automática. La manual es un reloj astronómico que se va ajustando el horario de acuerdo a la salida o puesta de sol. En este momento el encendido es automático. También tiene un sistema de barrido y todo el sistema se enciende desde abajo hacia arriba. La lámpara tarda cuatro o cinco minutos en encender en la máxima intensidad. Se puede dejar encendido de acuerdo a todas las combinaciones que quieras, cualquier combinación, por niveles o sectores. Justo coincidió que se terminaron las obras con la crisis energética. Ahora se está utilizando una opción económica porque las lámparas tienen un consumo muy bajo. Estamos hablando de un gasto de 390 pesos por mes", explicó Rodríguez.
Teniendo en cuenta que la entrada de energía eléctrica al Palacio se halla ubicada en la parte posterior del mismo, fue necesario extender la instalación hasta ese lugar donde se halla el tablero principal. En un módulo exclusivo ubicado allí, se realizó el montaje de los diferentes componentes eléctricos de comando y protección, como el reloj astronómico, interruptor horario, relé programable, contactores e interruptores termomagnéticos. La potencia total instalada del sistema es de 11,18 KW.
Las obras de iluminación del Palacio Municipal pueden considerarse técnicamente un arte porque adoptaron el criterio de armonizar con las características arquitectónicas y resaltar cada fragmento del edificio de dos plantas y de la esbelta torre central. El resultado está a la vista. Cada anochecer el Palacio Municipal se ilumina en todo su esplendor. Es un tributo que la ciudad brindó a uno de sus edificios más representativos, realzando su valor y plasmando su belleza. En estas obras, la memoria del pasado parece encontrarse más viva que nunca.

 
 
El Periodista de Tres Arroyos.
Tres Arroyos, Pcia. de Buenos Aires, República Argentina